El Viaje de mi Tarjeta empezó como un proyecto personal en el 2011 para desconectar un poco durante mi búsqueda de trabajo, y sin saberlo me ayudó a construir mi propio Marca Personal. Tanto es así que incluso ahora, en el 2019, hay personas que como tú que se siguen interesando en los viajes que hicieron mis 3 tarjetas de visita…y me hace sentir muy orgulloso de lo que conseguí 🙂
Durante los últimos años he tenido la posibilidad de participar en charlas, conferencias y presentaciones relacionadas con Recursos Humanos, las redes sociales, tácticas para buscar trabajo, etcétera, y descubrí que es algo que me gusta mucho: poder explicar mi historia, hablar de mis errores durante mi búsqueda de trabajo, pero también intentar motivar a otras personas a buscar trabajo de una manera menos convencional.
Como en casi cada charla me preguntaron si podía resumir mi proyecto en 4 minutos, hice un vídeo resumen del proyecto. Puedes encontrarlo aquí:
Pero empecemos por el principio.
1. Por qué empecé con El Viaje de mi Tarjeta
Para ello debemos regresar al año 2011, cuando justo empecé a trabajar como responsable de Marketing Online para una startup en una ciudad al lado de Barcelona. Había acabado mis estudios recientemente, y como recién licenciado decidí volver a la ciudad que descubrí por primera vez durante mi estancia de Erasmus. Antes había colaborado ya unos meses con un empresario belga que conocí en un evento de networking, pero el puesto de Marketing Online en la startup era mi primer trabajo oficial, y además suponía un gran reto para mí: el dueño de la empresa quería lanzar una página web de artículos fotográficos enfocada a madres, y yo tenía el encargo de convertir los visitantes de la página web en clientes.
Durante mis estudios y a través de las prácticas que hice ya había tenido la oportunidad de descubrir qué es el branding, cómo funciona el posicionamiento web (tanto la parte de SEO como SEM), la gestión de las redes sociales (también conocido como Community Management), y el e-mail marketing, pero ahora podía profundizar mucho más en estos temas, y además ver su impacto directo en nuestro número de ventas.
En la oficina éramos un grupo de 11 programadores, una diseñadora y yo, y nos lo pasábamos genial cada día. Además, tenía el trabajo a 10 minutos caminando de casa, el horario de trabajo era totalmente flexible, y ¡en Navidad siempre sabía qué regalarles a mis hermanas, madre y abuela 🙂 !
Me encantaba el trabajo.
Sin embargo, 2012 empezó con una noticia a la que en aquel momento ni siquiera di importancia, pero que en retrospectiva indicaba ya cómo de mal lo estaba haciendo el mundo de la revelación de productos fotográficos.
Era la noticia de la quiebra de Eastman Kodak, una de las empresas fotográficas más poderosas durante el siglo pasado.
Lo que la quiebra de Kodak en realidad indicó es la Paradoja del Smartphone: hacemos cada vez más fotos con nuestros móviles, pero ya no las revelamos. Las subimos directamente a Facebook, las compartimos en WhatsApp, y muchas se quedan para siempre en el disco duro de nuestros ordenadores para nunca más ser visualizadas.
Paradoja del Smartphone: hacemos más fotos, pero no las revelamos #elviajedemitarjeta Clic para tuitearPoco a poco, la situación que había experimentado Kodak en los Estados Unidos también llego a España. A pesar de todos nuestros esfuerzos, las ventas empezaron a caer mes tras mes, y recibimos cada vez menos pedidos de nuestros clientes habituales. Por otro lado, dos grandes empresas del mundo de la fotografía online cancelaron su contrato de soporte técnico con nosotros, y de repente tuvimos varias semanas de pérdidas continuas.
El jefe sin embargo nos dijo que estaba convencido de que las ventas iban a subir pronto de nuevo, y que se trataba de una situación temporal. Tranquilizados, seguimos con nuestro trabajo y el día a día, mientras que el jefe desapareció de la oficina a la búsqueda de nuevos clientes. Cuando después de unas semanas volvió nos dijo que la situación pintaba bien, y que tenía dos clientes interesados en nuestro soporte técnico.
Para mí, la noticia no podía haber venido en un mejor momento, porque mi contrato estaba a punto de terminar, y ahora era el momento ideal para negociar mi sueldo otra vez. Entré con buenas expectativas en el despacho del jefe una semana más tarde, pero ví directamente que estaba muy serio. No tardó mucho en darme la mala noticia: “Lo siento Michiel, al final no hemos llegado a un acuerdo con los clientes y tengo que dejarte ir junto con la mitad del equipo”. No podía haber escogido un mejor momento.
Era el día de San Valentín.
Aquella noche llegué a casa con una rosa para mi novia en una mano, y mi carta de despido en la otra.
2. El Viaje de mi Tarjeta como alternativa creativa a la búsqueda de trabajo tradicional
Los primeros días como desempleado me sentí raro: por un lado estaba frustrado por haber sido despedido de tal manera, pero por otro lado también me sentí aliviado: el sector de la fotografía iba mal desde hacía tiempo, así que más pronto o más tarde iba a tener que buscarme otro trabajo igualmente.
Decidí tomarme las primeras semanas como si fueran unas vacaciones inesperadas pero muy bienvenidas: me fui a dormir tarde, y me levanté a mediodía para mirar pelis durante el resto del día. No me preocupaba nada en encontrar un nuevo trabajo, porque pensé que las empresas me iban a recibir con los brazos abiertos.
Aún no sabía lo equivocado que estaba.
Después de un mes como desempleado empecé a buscar ofertas de empleo que coincidían con mi perfil, pero era muy exigente con los trabajos que me interesaban: me apunté a 3 ofertas de trabajo relacionadas con la comunicación o el marketing digital de empresas y sectores que me interesaban, pensando que las 3 empresas me iban a llamar para ofrecerme el puesto (y así podía escoger tranquilamente la que más me interesaba).
Un mes más tarde aún no había recibido nada de ninguna de las 3 empresas.
Empecé a registrarme en más portales e inscribirme en más ofertas, pensando que igual había sido demasiado exigente, y que ahora las ofertas de trabajo iban a invadir mi buzón de entrada.
No recibí ninguna respuesta.
En aquel momento empecé a notar por primera vez los duros efectos de la crisis. Había tantos desempleados con los mismos estudios y la misma experiencia laboral que yo tenía, luchando por el mismo puesto de trabajo que yo quería… Después de mis primeros meses como desempleado ingenuo ahora me había dado cuenta de la dura realidad.
Muchos otros parados tienen los mismos estudios y experiencia que tú #elviajedemitarjeta Clic para tuitearDecidí inscribirme en todas las ofertas que más o menos coincidían con mis intereses, y ahora no hacía nada más que estar todo el día delante del ordenador buscando ofertas de empleo. Como los resultados no llegaban, empecé a obsesionarme con la búsqueda de trabajo. Comía delante del ordenador y los fines de semana no tenía ganas de hacer nada ni relacionarme con nadie.
Me sentí como un fracasado invisible, y me encerré cada vez más en mi propio mundo.
Una noche entré en Facebook para intentar desconectar un poco. En la página principal las fotos de amigos estando de vacaciones o de fiesta inundaban mi pantalla. Todos parecían estar sonriendo, relajados y de buen humor, algunos con una cerveza en la mano, y otros en la playa haciéndose selfies. Mientras que yo estaba buscando trabajo desesperadamente, todo el resto del mundo se estaba divirtiendo.
Estaba a punto de cerrar la pantalla del navegador cuando vi una foto de una tarjeta de visita muy divertida donde muchas personas habían puesto un “Me gusta”.
Era una tarjeta de visita de un chico italiano que había cogido la letra de una canción para ligar con chicas y la idea funcionó: aunque no logró nunca tener una cita con la chica a quién dió la tarjeta, ella lo publicó en su página de Facebook, y fue rápidamente compartido en varias redes sociales.
Me pareció una idea muy divertida y original. Apagué el ordenador. Me senté en el sofá pero no logré concentrarme porque la foto de la tarjeta de visita seguía estando en mi cabeza, hasta que me llegó un pensamiento a la mente que iba a revolucionar toda mi búsqueda de trabajo, aunque en aquel momento aún no lo sabía.
¿Y si yo hiciera una tarjeta de visita así de divertida para encontrar trabajo?
Empecé a pensar cómo podía poner en marcha la idea, cuando de repente me acordé de la teoría de los seis grados de separación, según la cual una persona está conectada con cualquier persona del planeta a través de máximo 6 contactos. Si consiguiera que mi tarjeta viajara físicamente, con 5 intercambios podría llegar a cualquier persona del mundo. Y si además escribiera sobre el proyecto en una página web, los participantes del proyecto podrian enviar esa información a sus otros contactos, por lo que mis posibilidades de encontrar trabajo a través de esta teoría aumentarían aún más.
Por primera vez en mucho tiempo me sentí motivado de nuevo, porque tenía otra vez un objetivo en mi vida.
Compré el dominio www.elviajedemitarjeta.com y abrí un blog en la plataforma Tumblr para escribir allí sobre los viajes de mi tarjeta de visita.


Al mismo tiempo contacté con la diseñadora de mi trabajo anterior y juntos hicimos el diseño de mi tarjeta de visita. En un lado puse mi nombre y los sectores donde me gustaría encontrar un trabajo (Marketing Online, Redes Sociales, Community Management). En el otro lado escribí el siguiente texto:
Esta tarjeta está haciendo un viaje. Si la recibes, por favor envíame un mensaje. Más info: elviajedemitarjeta.com
Después de llevar las tarjetas a imprimir hice una prueba con un amigo, y en el primer viaje la tarjeta ya se manchó, por lo que al final decidí hacer viajar tres tarjetas de visita en vez de sólo una.
Quería asegurarme de que los tres primeros participantes fueran personas con perfiles muy distintos para que el proyecto tuviera más éxito, así que contacté con un taxista de Sant Cugat que había conocido a través de las redes sociales, un empresario que me había hablado sobre la teoría de los seis grados, y un joven emprendedor que conocí en un evento de networking.
Quedé con cada uno de ellos, y les expliqué mi idea. Pensé que se iban a reír de mí, que me iban a decir que el proyecto era una pérdida de tiempo, y que tenía que centrarme en la búsqueda de trabajo en vez de estar con estas tonterías. Sin embargo, no me contestaron nada de eso.
Todos me dijeron que estaban encantados en participar.
Y así, mis tarjetas empezaron a viajar, pasando de un participante a otro:
3. Todos los viajes de mis tarjetas de visita
Aquí puedes encontrar el resumen de todos los viajes que han hecho mis tarjetas de visita 🙂
Tarjeta 1:
- Viaje 1: Pl. Octavia, Sant Cugat -> Rambla del Celler, Sant Cugat
- Viaje 2: Rambla del Celler, Sant Cugat -> Passeig Valldoreix 71, Sant Cugat
- Viaje 3: Passeig Valldoreix 71, Sant Cugat -> Cambrils
- Viaje 4: Cambrils, Tarragona -> Passeig Valldoreix 71, Sant Cugat
- Viaje 5: Passeig Valldoreix 71, Sant Cugat -> El Terrat, Barcelona
Tarjeta 2:
- Viaje 1: Pl. Octavia, Sant Cugat -> Avda. Corts Catalanes 5-7, Sant Cugat
- Viaje 2: Avda. Corts Catalanes 5-7, Sant Cugat -> Calle Arribau, Barcelona
- Viaje 3: Calle Arribau, Barcelona -> Sant Pol de Mar
- Viaje 4: Sant Pol de Mar -> Carrer de Sant Joan de la Salle, Barcelona
- Viaje 5: Carrer de Sant Joan de la Salle, Barcelona -> Calle Balmes 171, Barcelona
- Viaje 6: Calle Balmes 171, Barcelona -> Sant Sadurní d’Anoia
- Viaje 7: Sant Sadurní d’Anoia -> Carrer , Sant Cugat del Vallès
Tarjeta 3:
- Viaje 1: Pl. Octavia, Sant Cugat -> Rambla Jaume Sàbat 4, Sant Cugat
- Viaje 2: Rambla Jaume Sàbat 4, Sant Cugat -> Forum Impulsa, Girona
- Viaje 3: Forum Impulsa, Girona -> Avinguda Pla del Vinyet, Sant Cugat
- Viaje 4: Avinguda Pla del Vinyet, Sant Cugat -> Castellar del Vallès
- Viaje 5: Castellar del Vallès -> Zaragoza centro
Cada vez que una tarjeta de visita cambiaba de propietario y éste me enviaba un mensaje, escribía un pequeño artículo en la web sobre el nuevo dueño de mi tarjeta (para darle las gracias por haber participado en el proyecto), y además actualizaba un mapa con el recorrido que había hecho cada tarjeta.
Mientras tanto seguía con mi búsqueda de empleo tradicional, porque el proyecto me servía sobre todo de desconexión y como fuente de motivación en mi vida monótona como desempleado.
Aún no pensé que pudiera encontrar trabajo gracias al proyecto.
Sin embargo, empecé a recibir cada vez más visitas en el blog. Los participantes compartieron mi proyecto en sus redes sociales, sus contactos se habían enterado del proyecto y también empezaron a hacer difusión de ello, y después de haber salido en algunos blogs con mi manera creativa para buscar trabajo, todo el mundo de repente estaba interesado en los viajes de mis tarjetas de visita 🙂
Empecé a recibir mis primeras entrevistas de trabajo gracias al proyecto, pero en mi búsqueda de trabajo tradicional las cosas no iban tan bien. A parte de los mensajes automáticos diciéndome que mi CV había sido descartado, sólo me contactaron para ofrecerme sospechosos trabajos basura, y además me estaba quedando sin ahorros después de llevar ya 4 meses sin trabajo.
Con el verano a punto de empezar decidí volver a Bélgica para pensar qué quería hacer con mi vida. En ese momento recibí un mensaje de uno de los participantes del proyecto, que había visto una oferta de empleo interesante de SEAT que encajaba perfectamente con mi perfil: buscaban un responsable de Employer Branding con experiencia en la organización de eventos y con conocimientos de marketing.
Era exactamente la oferta que había estado buscando durante todo este tiempo, y yo no la había visto, pero las personas que me habían conocido gracias a mi proyecto sí.
La Teoría de los 6 Grados estaba funcionando.
De vuelta a Barcelona recibí un mensaje del departamento de Recursos Humanos de SEAT, diciéndome que estaban interesados en conocerme mejor. El contenido del trabajo me gustó mucho y mi perfil encajaba perfectamente con el puesto de trabajo, así que me invitaron a participar en su proceso de selección. Durante la entrevista final les expliqué mi proyecto para encontrar trabajo, y simplemente les encantó. No tardaron mucho en decirme que podía empezar a trabajar con ellos 🙂
Mientras tanto, mis tarjetas de visita seguían viajando, y una de ellas estaba a punto de llegar a las manos del presentador Andreu Buenafuente (después de haber pasado por el emprendedor Pau García-Milà).
Cuando publiqué estas dos noticias en mi blog, un periodista de La Vanguardia me contactó para escribir un artículo sobre mi solución creativa para encontrar trabajo.
Lo que pasó a continuación fue totalmente inesperado.
El mismo día que el artículo salió en La Vanguardia me llamaron de Cuatro y Telecinco para hacer una entrevista para las noticias del mediodía.
Me invitaron a hablar sobre el proyecto en TV3.
El Periódico y elEconomista publicaron artículos sobre mi proyecto.
Hice entrevistas en RNE y Cadena Dial sobre los viajes de mis tarjetas.
Sin saberlo, había creado mi propia Marca Personal.
Me invitaban a conferencias para hablar sobre la importancia de buscar trabajo de manera creativa, hacer un currículum creativo y destacar de los demás a nivel profesional.
Recibí mensajes de personas que se habían inspirado en mi proyecto para encontrar trabajo, y algunos incluso hicieron viajar sus propias tarjetas de visita con el mismo objetivo.
Aquí también tienes un resumen completo del proyecto:
4. Hacia un blog para hacerte notar y emprender de manera creativa
Durante mi búsqueda de trabajo aprendí dos lecciones importantes.
La primera es que tener una buena Marca Personal te permite diferenciarte de los demás más fácilmente. Cuando las demás personas han estudiado lo mismo que tú, hablan los mismos idiomas que tú, o tienen una experiencia laboral idéntica, realmente no tienes ninguna ventaja que te diferencie respecto a ellos y serás igual de invisible que los demás en un proceso de selección. La clave está en encontrar aquel aspecto que nos hace diferente de los demás (una característica, un hobby, forma de ser, etcétera), y buscar maneras creativas para darlo a conocer.
Una buena Marca Personal te permite diferenciarte de los demás fácilmente #elviajedemitarjeta Clic para tuitearLa otra lección que aprendí es que hay que depender lo mínimo posible de un trabajo por cuenta ajena, porque de un día al otro puede desaparecer. No tener ningún hobby que te gusta un o proyecto al cual te puedas dedicar durante un periodo de desempleo puede ser nefasto para tu situación económica y tu motivación durante la búsqueda de trabajo.
Hay que intentar depender lo mínimo posible de un trabajo por cuenta ajena #elviajedemitarjeta Clic para tuitearY tú, ¿a qué esperas para poner en marcha tu propio proyecto de Marca Personal?